domingo, 31 de enero de 2016

Libro: El capital, crítica de la economía política. El proceso de producción de capital III. Libro primero
Autor: Carlos Marx
Siglo XXI Editores.



Libro: El capital, critica de la economía política. El proceso de producción de capital II. Libro primero
Autor: Carlos Marx
Siglo XXI Editores



Libro: El capital, crítica de la economía política. El proceso de producción de capital I. Libro primero
Autor: Carlos Marx
Siglo XXI editores



Libro: Tesis sobre Feuerbach
Autor: Carlos Marx



Libro: Problemas de legitimación en el capitalismo tardío
Autor: Jürgen Habermas
Colección teorema
Traducción de José Luis Etcheverry
Amorrortu editores




Libro: Teoría de la acción comunicativa I. Racionalidad de la acción y racionalización social.
Autor: Jürgen Habermas
Editorial: Taurus
Versión castellana por Manuel Jiménez Redondo.




Libro: El discurso filosófico de la modernidad
Autor: Jürgen Habermas
Editorial: Taurus Humanidades
Versión castellana de Manuel Jiménez Redondo.




Libro: Las formas elementales de la vida religiosa
Autor: Emile Durkheim
El sistema totemico en Australia
Traducción y estudio preliminar: Ramón Ramos
Editorial: Akal Editor




Libro: Las reglas del método sociológico
Autor: Emile Durkheim
Editorial: Fondo de Cultura Económica
México
Cuadernos de la Gaceta
Traducción: Ernestina de Champourcín.




lunes, 25 de enero de 2016

Documento gráfico en el que Petróleos Mexicanos expone la situación de la empresa en gastos y ranking a nivel mundial.



Boleta informativa del desarrollo de vidas alternas al capitalismo.




Publicación realizada a través de la biblioteca central UCES para orientar las referencias bibliográficas investigativas de ditintos proyectos.



Taller de estructuración de foros y ponencias, organizados por la delegación de estudiantes de historia de la Unidad Académica de Filosofía y Letras, dependiente de la Universidad Autónoma de Guerrero.




Requisitos para la donación de sangre en el Hospital General Dr. "Raymundo Abarca Alarcón", ubicado en Chilpancingo de los Bravo, Guerrero, Mx.




Archivo en el cual se muestran los principales verbos regulares e irregulares del idioma inglés.




domingo, 24 de enero de 2016

La deuda total del sector público mexicano llegó a 6 billones 62 mil millones de pesos en junio de 2013, con lo cual alcanzó una dimensión equivalente a 38.07% del Producto Interno Bruto (PIB), informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

De los 6 billones 62 mil millones de pesos, si se divide entre 115 millones de mexicanas y mexicanos, cada uno de nosotros debemos 52 mil 173 pesos; hasta los niños que no han nacido van a nacer endeudados.

Este es el mayor nivel de la deuda pública observado en el curso de este siglo, indicó la dependencia, con una elevación de 195.6% desde el saldo que tuvo en el año 2000, cuando su monto se situaba en 2 billones 51 mil millones de pesos.

Sin embargo, su mayor crecimiento con respecto al producto interno bruto se concentró en los seis años del gobierno encabezado por Felipe Calderón, periodo en que el endeudamiento público total pasó de representar 27.8% del PIB en 2007 a 36.8 al término de 2012.

Según las cifras dadas a conocer por la Secretaría de Hacienda prácticamente en los primeros seis meses de la nueva administración gubernamental, la deuda pública total aumentó en 171 mil 157 millones de pesos, a razón de 950 millones diariamente, con lo cual el nivel se elevó a 38.1 por ciento del PIB de 2013.

En conferencia de prensa, Ernesto Revilla, titular de la Unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública, afirmó que la estimación sobre el PIB para 2013, la Secretaría de Hacienda la mantiene en 3.1% y seguirá así hasta que tengamos elementos contundentes para hacer una revisión o no de esta estimación. Luego precisó que no hay suficientes elementos para hacer una revisión del pronóstico de crecimiento.


De los ramos administrativos, el menor ejercicio respecto del año pasado se presenta en las secretarías de Turismo, Comunicaciones y Transportes, Gobernación, Trabajo, Energía, Economía y Educación Pública. (Con información de Notimex y SHCP)




Más de 40 millones de pesos destina el gobierno mexicano para el pago de pensiones vitalicias de los ex presidentes de México, así como el pago de su personal de seguridad y su equipo de colaboradores.

Así lo da a conocer este sábado una investigación de la periodista Anabel Hernández, publicado en la primera plana del periódico Reforma; la información se obtuvo por una solicitud de información a la Presidencia de la República.

En 2013, fueron asignados 10.97 millones para cubrir las pensiones, mientras que 29.77 millones fueron para gastos en “personal de apoyo” de los ex mandatarios. En 2003 la suma total por ambos conceptos era de 25.4 millones de pesos, ahora esta cifra casi se ha duplicado.

No obstante, los más de 40 millones de pesos no incluyen prestaciones ni erogaciones por concepto de elementos del Estado Mayor Presidencial, quien se negó a detallar el presupuesto asignado para escoltas y señaló que “la información solicitada no se tiene como lo requiere el peticionario debido a que el EM no tiene asignado un presupuesto específico destinado a ese fin”. Además, argumentando razones de seguridad, se rehusó a indicar el número de elementos y sueldos.

Cada ex Presidente recibe un ingreso bruto mensual de 205 mil 122 pesos, excepto Ernesto Zedillo y Carlos Salinas de Gortari, quienes “por voluntad propia renunciaron a ese derecho”. Sin embargo, a estos 2 últimos Presidencia les asigna gastos por “personal de apoyo”.

Calderón, el más caro

En orden decreciente, los ex presidentes que más dinero erogan del presupuesto son: Felipe Calderón, Vicente Fox, Carlos Salinas, Luis Echeverría y Ernesto Zedillo.

Respecto a la situación de las pensiones de ex presidentes fallecidos, Presidencia no proporcionó información pese a que se le cuestionó específicamente sobre el punto.

Calderón resultó por mucho el ex presidente más caro para el país y se corroboró que tiene a una prima dentro de la nómina. El panista tiene a 19 personas a su servicio -sin considerar escoltas-, y aunque vive actualmente en Harvard, por ese concepto Presidencia eroga mensualmente 812 mil 547 pesos, es decir, 9.75 millones de pesos al año. En la nómina de personal a su servicio se encuentra su prima hermana María Antonieta Hinojosa Robles, quien tiene un sueldo mensual de 95 mil pesos.

Por su parte, Vicente Fox cuesta mensualmente al erario 471 mil 724 pesos y tiene una nómina de 20 personas, 12 de ellos son personal administrativo del Centro Fox y se les paga con el erario por trabajar en el negocio personal y familiar.

Por ejemplo, María Magdalena Aguirre Navarro, apoderada legal del Centro Fox, cobra su sueldo en Los Pinos de 47 mil 973 pesos mensuales.

Otro empleado del Centro Fox que recibe su sueldo en Los Pinos es Fernando Sánchez Pérez, actual asesor de la Presidencia del Centro Fox, percibe mensualmente 119 mil 670 pesos.

Carlos Salinas de Gortari no cobra pensión, aunque se desconoce desde qué fecha renunció a ella. Sin embargo, su ”personal de apoyo” lo integran 10 personas, quienes cobran en total 249 mil 18 pesos al mes, sin contar el gasto en elementos de seguridad.

El cuarto ex presidente más caro es Luis Echeverría Álvarez, quien además de su pensión tiene un equipo de apoyo de 17 personas; sin embargo, a diferencia de Calderón y Fox, sus sueldos son mucho más bajos, pues el que más gana percibe un salario de 17 mil 505 pesos.

En tanto, el ex presidente menos caro es Ernesto Zedillo, pues renunció a su pensión vitalicia y tiene un equipo de cinco personas que en total representan una carga mensual de 77 mil 308 pesos.


(Con información de Reforma)



Por Julie Taylor. Lunes, 18 de noviembre de 2013 a las 10:12

El rumor: ver la pantalla de una computadora durante demasiado tiempo puede dañar los ojos

Después de fijar la vista en un monitor durante horas y horas, ¿has sentido los ojos secos, irritados o con comezón? ¿Tu visión se ha vuelto borrosa, o has visto doble? ¿La cabeza comienza a dolerte debido a que haces bizcos o a que te esfuerzas demasiado para concentrar la vista?

Las molestias de los ojos como estas requieren gotas para los ojos... o quizá lanzar tu computadora a un precipicio. ¿Pero las Macs y las PC realmente son las culpables de nuestra vista cansada?

El veredicto: el uso de la computadora definitivamente puede tensar la vista, pero hay formas de combatir el daño

En los estudios se muestra que entre el 50 y el 90% de las personas que trabajan frente a la pantalla de una computadora tienen algunos síntomas de problemas en los ojos.

“Definitivamente vemos que muchas personas se quejan de esforzar la vista”, dice el oftalmólogo Brian Boxer Wachler. “Las horas tras horas de enfocar de cerca sin tomar un descanso usualmente son los culpables principales”.

Este problema es tan común, que incluso tiene nombre: Síndrome Visual Informático (SVI).

Wachler dice que las personas normalmente parpadean aproximadamente 18 veces por minuto, lo que humecta naturalmente los ojos. Pero los ritmos de parpadeo se reducen al ver la pantalla de una computadora o de otro dispositivo digital, y esto puede causar que los ojos se calienten, se sequen, se pongan rojos o piquen.

Sentarse demasiado cerca del monitor de la computadora o sostener un dispositivo digital más cerca de los ojos de lo que normalmente sostendrías un libro o un periódico, también es un problema, de acuerdo con Wachler.

“Esto fuerza a que los ojos trabajen más duro de lo usual, mientras te esfuerzas por enfocarte en tamaños diminutos de letra”, advierte.

Los síntomas comunes de tensión en los ojos y/o SVI incluyen: dolor en los ojos, ojos secos o llorosos, visión borrosa, visión doble, sensibilidad a la luz, dificultad para enfocar las imágenes, dolor en el cuello, de cabeza o una combinación de todos los anteriores.

En lugar de evadir el tema del daño que las computadoras hacen a los ojos, puedes tomar algunos pasos rápidos y fáciles para reducir los desencadenantes de la fatiga visual. Jeffey Anshel, fundador de Corporate Vision Counseling y autor del Manual de ergonomía visual, sugiere que primero bajes tu monitor.

“Debido a que la lectura convencional normalmente se realiza con el libro o la revista sostenido en una posición baja, tener tu monitor en una posición recta no es natural”, dice. “La parte superior de la pantalla debe estar al nivel de los ojos del usuario, lo que permite un ángulo de visión ligeramente más bajo”.

Después, reduce el deslumbramiento, al mover el monitor hasta que no puedas ver el reflejo de cualquier luz en la superficie frontal del monitor. La distancia preferida de visualización es de entre 50 y 100 centímetros desde el ojo hasta la superficie frontal de la pantalla de la computadora.

Anshel sugiere tomar lo que llama el “enfoque de tres”: Parpadea, respira y descansa.

Debido a que parpadeamos menos frecuentemente cuando vemos un monitor, recuerda parpadear a menudo para humedecer los ojos. La respiración correcta puede relajar los músculos de los ojos, así que sé consciente de tu respiración, especialmente en situaciones estresantes, cuando las personas tienden a interrumpirla.

Y debido a que el trabajo en computadora a menudo requiere concentración intensa, los descansos frecuentes son necesarios.

“Nuestros ojos simplemente no están diseñados para utilizarse a una distancia tan cercana durante un largo periodo”, dice. “Recuerda la regla 20-20-20: cada 20 minutos, toma 20 segundos y mira a 20 pies (6 metros) de distancia”.

Al hacer estos ajustes menores, dice Anshel, reducirás la tensión en los ojos y también mejorarás tu salud en general.


“No hay una solución para todos los tipos de problemas encontrados con el uso de computadoras, pero, con un poco de investigación, la respuesta a muchos de estos problemas podría estar justo delante de tus ojos”, concluye.




Aunque sería arriesgado decir que el ejercicio físico puede reemplazar el tratamiento farmacológico para personas que padecen enfermedades como la diabetes y males cardiacos, pero un amplio estudio realizado por la Escuela Médica de Harvard, la Escuela de Economía de Londres y la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, revela que la actividad física sí puede ser igual de efectiva que una pastilla en la prevención de la diabetes y de un segundo infarto de miocardio o ataque al corazón.

Incluso se demostró que en personas que sufrieron un accidente cerebrovascular o derrame cerebral, la actividad física fue la mejor opción, al menos en términos de rehabilitación.

Para llegar a estos resultados, los científicos analizaron los resultados de 305 ensayos clínicos de más de 300 mil personas que fueron sometidas a un programa de ejercicio o a una terapia farmacológica como tratamiento de la insuficiencia cardiaca, como prevención de la diabetes y un segundo infarto y para la rehabilitación tras un derrame cerebral.

Y compararon la influencia de ambos tipos de recetas médicas en estos resultados de salud.

Únicamente los diuréticos como tratamiento para la insuficiencia cardiaca superaron en eficacia a alguna forma de actividad física.

Los resultados del estudio, publicados en British Medical Journal, sugieren que el ejercicio debe considerarse “una alternativa viable a, o junto a, la terapia farmacológica”, señalan los especialistas. “De hecho, un número creciente de expertos recomienda la prescripción de una ‘píldora de ejercicio’ como una estrategia preventiva para reducir la morbilidad y la mortalidad."

"En casos donde las opciones de fármacos proporcionen solo un simple beneficio, los pacientes merecen entender el impacto relativo que la actividad física puede tener en su condición”, agregan.

Sin embargo, Amy Thompson, enfermera especializada en cardiología de la Fundación Británica del Corazón, enfatiza que “las medicinas son una parte extremadamente importante del tratamiento de muchas enfermedades cardiacas y que las personas deben continuar tomando sus medicamentos vitales”.


Y aconsejó que aquellos que sufren de una enfermedad del corazón o se les ha dicho que tienen alto riesgo de padecerla, se acerquen con su médico, para ver cuál es el rol que puede jugar el ejercicio en su tratamiento.




La Alianza por la Salud Alimentaria dio a conocer que el consumo de refrescos es habitual en 80% de los mexicanos y de 9 de cada 10 niños mexicanos son inducidos a su consumo.

A través de su Encuesta Nacional sobre Obesidad, el 38% de los mexicanos admitió que consume refresco a diario, lo que explica que México sea el principal consumidor mundial de estas bebidas.

El estudio detectó que entre individuos con sobrepeso y obesidad el consumo diario es de 29 y 39%, respectivamente, y dada la cada vez mayor prevalencia de diabetes y otros padecimientos asociados con el exceso de peso corporal, la mayoría de la población (70%) está de acuerdo con que se aplique un impuesto al refresco, informa el diario La Jornada.

El gravamen tendría que ser de uno a cinco pesos para que 15% de las personas dejara de comprarlos, y de seis a 10 pesos para lograr que 21% deje de beberlos, indica la encuesta aplicada a mil 500 personas en el país.

Al presentar los resultados del trabajo en torno al consumo y la posibilidad de aplicar un impuesto a estas bebidas, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, señaló que esta es una de varias medidas necesarias para combatir el sobrepeso y obesidad que afectan a 70% de los mexicanos. Están, entre otras, la publicidad dirigida a la infancia y el etiquetado de los alimentos.


Eduardo Sánchez, asesor en el Senado, comentó que otra acción vendrá como consecuencia de la reciente reforma a la Ley General de Educación, cuyo artículo 24 bis ordena a las secretarías de Educación Pública y Salud emitir los lineamientos que prohíban la venta de alimentos chatarra en las escuelas. (Con información de La Jornada)



Elena Sanz

A largo plazo, comer yogur y frutos secos de cáscara dura, como las nueces o las almendras, ayuda a bajar de peso más que la fruta o las verduras, según un estudio llevado a cabo en la Escuela de Salud Pública de Harvard y publicado en la revista New England Journal of Medicine.

Los autores analizaron datos de más de 20 años de 120.000 personas, la mayoría mujeres, con el objetivo de cuantificar el efecto del consumo de determinados tipos de alimentos en la pérdida o aumento de peso corporal. El alimento asociado al mayor incremento de peso fueron las patatas fritas. Cada porción adicional diaria de patatas fritas produjo un aumento de más de 1,40 kilos cada cuatro años durante el período del estudio. Un efecto similar fue el causado por el abuso de las bebidas azucaradas y el exceso de carne en la dieta. Por el contrario, los productos que lograron una reducción en el peso corporal fueron los frutos secos de cáscara dura, los cereales integrales, las frutas, las verduras y el yogur.


Lo que más sorprendió a los investigadores fue que el consumo de porciones adicionales de yogur y frutos secos de cáscara dura cada día tuvo un mayor impacto en la pérdida de peso que el consumo de fruta y vegetales. Por ejemplo, una porción adicional de yogur condujo a una pérdida de 0,37 kilos de peso, y con una porción de vegetales la pérdida fue de 0,1 kilos. Los autores sugieren que se debe a que con los primeros la gente se siente más saciada durante más tiempo, debido entre otras cosas a su contenido en fibra.



Un beso es mucho más de lo que muchos piensan que es. No se trata únicamente de un símbolo cultural que adquiere un significado dentro de un marco social determinado, sino de un mecanismo propio de nuestra especie con un significado que trasciende lo cultural para instalarse en la esfera de lo biológico.

Un beso romántico es un intercambio explosivo de información entre dos individuos, que desata una serie de procesos inconscientes capaces de identificar un sinfín de caracteres acerca de la otra persona. Un beso es capaz de revelar si somos o no genéticamente compatibles con la otra persona, analizando nuestra viabilidad reproductiva.

El primer beso es determinante en ese sentido. Los estudios revelan que luego de establecerse esa primera conexión, puede romperse fácilmente el vínculo. Si nuestro cerebro decide que la otra persona no es compatible genéticamente con nosotros, tenderemos a perder el interés en ella.

Existe también una diferencia importante en lo que significa para hombres y mujeres un beso. Mientras que los primeros son más proclives a mantener relaciones sexuales sin la intermediación de un beso, las mujeres sienten la necesidad de hacerlo antes, durante y después de un encuentro sexual.


Por otra parte, ambos géneros se diferencian a su vez en la forma en la que besan. Los hombres, por ejemplo, tienden más a besar con la boca abierta y a iniciar el contacto con la lengua. Esto se debe a que la presencia de testosterona en la saliva de los hombres estimula la libido femenina. Además, los besos liberan mucha mayor cantidad de oxitocina en los hombres que en las mujeres, una hormona que potencia el vínculo emocional.



Por Elizabeth Landau
Viernes, 16 de agosto de 2013 a las 08:49                 

Cuando te preparas un café en el desayuno, o bebes una taza antes de entrar al trabajo o al salir de la oficina, probablemente no estás pensando que ese comportamiento es estudiado por los científicos.

Muchos estudios han analizado los efectos del café en la salud, pero medir los daños potenciales y beneficios no es tan fácil como tomarse un espresso.

Si bien una gran variedad de estilos de vida y factores genéticos influyen en el físico de un individuo, es difícil saber exactamente en qué grado el café sería bueno o malo para la salud a largo plazo.

El último estudio, publicado en la Clínica Mayo, encontró una asociación entre tomar más de 28 tazas a la semana y un riesgo alto de muerte en las personas de 55 años o menores. Una taza de café es equivalente a ocho onzas (casi 200 mililitros).

Esto no prueba que el café causa la muerte. También parece contradecir un estudio que encontró que las personas que toman dos o más tazas de café al día reducen el riesgo de morir de enfermedades particulares, en contraste con quienes toman poco o no consumen café.

Y un estudio de 2011 encontró que los hombres que toman seis o más tazas de café al día han disminuido el riesgo del fatal cáncer de próstata.
¿Cómo se supone que debemos decidir cuánto café debemos de tomar, cuando la información acerca de sus efectos en la salud es más confusa que un menú de café escrito en un idioma extranjero?
Los expertos dicen que la dosis óptima de café varía ampliamente, dependiendo en la persona. Diferentes personas tienen diferente tolerancia para el café.

Pero en general, los autores de este nuevo estudio hacen énfasis en un mensaje de moderación.

El nuevo estudio

Los investigadores estudiaron a más de 40,000 personas entre las edades de 20 a 87 años durante cerca de 16 años.

Los investigadores observaron el riesgo del consumo excesivo de café tanto en hombres como en mujeres menores de 55 años que tomaron más de cuatro tazas de café diarias en promedio. En los hombres que actuaron de esta manera, el riesgo de muerte fue 56% más alto en comparación con quienes no tomaron café. En las mujeres, el riesgo fue aún mayor, el doble, en comparación con las que no tomaron café.

La misma asociación no fue observada en los individuos de 55 años y mayores o en las personas que tomaron café con moderación.

“Al parecer las dosis pequeñas de café son seguras”, aseguró Carl J. Lavie, el coautor del estudio del Instituto del Corazón y el Sistema Vascular John Ochsner Heart, en New Orleans. “No vimos nada malo que le pasara a una persona hasta las 28 tazas de café semanales”.

El investigador añadió que “no hubo incremento en la mortalidad cardiovascular en ninguna dosis en hombre o mujer de ninguna edad”.

Advertencias

¡Pero espera! Aunque los autores del estudio encontraron una conexión entre el consumo excesivo de café y la muerte, quizás haya otros factores que explican esta asociación.

“¿Qué tal si las personas son super hiperactivas, aceleradas, estresadas, tomando 10 tazas de café al día?”, dijo Lavie. “Y si no es el café lo que los está matando, es el hecho de que el estrés los está matando”.

De cualquier manera, Lavie sugiere reducir el consumo de café. “Creo que encontré que tomar cuatro o más tazas de café al día está relacionado con una mayor mortalidad, aunque no sé si esto se deba al café, para mí es una razón suficiente para mantener mi nivel de consumo a cuatro tazas por día”.

Los autores no separaron el café descafeinado del regular, pero "la mayoría de las personas reportan que toman el regular”, añadió el médico Xuemei Sui, coautor del estudio de la Escuela Arnold de Salud Pública en la Universidad del Sur de Carolina.

Los investigadores tampoco exploraron qué le añadían las personas a sus cafés, así que no separaron si la adición de dulcificantes o leche tuvieron cualquier efecto en el riesgo de muerte.

¿Pero qué hay acerca de los beneficios del café?

También hay evidencia de estudios de la diabetes tipo II que sugiere que el café puede ser bueno.
De acuerdo con un estudio de 2009, el riesgo de diabetes tipo II se reduce con cada taza de café diariamente. Adicionalmente, un análisis de 2007 encontró una correlación entre el consumo incrementado de café y una reducción en el riesgo de cáncer del hígado.

¿Qué tanto café tomas?

“Una taza de 20 onzas podría ser contada como dos tazas y media”, añadió Lavie.
Para dimensionar, aquí hay algunas medidas de la taza que te gusta disfrutar:
Un vaso chico de Starbucks tiene ocho onzas. Un vaso grande tiene 12 onzas (350 ml); un extra grande tiene 16 onzas (473 ml) o lo que es igual a dos tazas de café. Si es un vaso de venti son las 20 (591 ml) onzas indicadas.

Entre tanto, en Dunkin Donuts, una taza pequeña de café tiene 10 onzas (295 ml). Una mediana contiene 14 (414 ml) y si ordenas una grande obtienes las 20 onzas (591 ml), con el tamaño XL son 24 onzas o tres tazas de café.

Los expertos le dijeron a CNN que en 2012 no harían una recomendación a la salud pública acerca del café porque no hay una evidencia sólida para hacerla.

 “Si uno consume café, hay que disfrutarlo”, dijo el médico Donald Hensrud de la Clínica Mayo.
“Pero yo no lo recomendaría tomar si no le gusta a la persona”.

Muchas personas ya lo consideran como una parte regular de sus vidas: para casi dos tercios de los estadounidenses, el café diario de rutina es solo un hábito.

Sal de la cama, haz café. Empieza tu día laboral. Toma más café. Repite. Solo espera que no te mate.





Elena Sanz

Expresar de forma sincera las emociones reduce el miedo según acaba de demostrar un estudio de la Universidad de California  (EE UU) que publica la revista Psychological Science.

Según los autores, ponerle nombre a las emociones en el momento en que nos enfrentamos a un temor puede hacerlo desaparecer. En sus experimentos, Michelle Craske y sus colegas trabajaron con sujetos que sufrían cierto temor a las arañas y estudiaron su reacción ante el contacto con una tarántula viva. Algunos pronunciaron en voz alta expresiones como ?siento ansiedad y miedo por esta fea y terrorífica araña?, mientras que a otros se les pidió que suavizaran sus emociones con frases como ?esa araña no me puede hacer nada y no me da miedo?. Transcurrida una semana, los participantes volvieron a enfrentarse al animal y se les solicitó que intentaran tocarlo con un dedo mientras se medía su respuesta fisiológica, en especial cómo les sudaban las manos. Aquellos que la primera vez habían expresado sus emociones de miedo tal y como las sentían lograron acercarse más a la tarántula, e incluso tocarla, y sufrieron menos ansiedad que el resto.

Aunque aún no entienden a qué se debe este fenómeno, los investigadores aseguran que admitir en voz alta el miedo y expresar las emociones puede ayudarnos a cambiarlas o, al menos, suavizarlas. Analizando las palabras exactas que usaron los individuos para describir su experiencia comprobaron que los que más rápido habían reducido su miedo era los que usaron más palabras negativas para describir al arácnido. Según Craske, este es el primer estudio que demuestra que "el etiquetado emocional del miedo y la ansiedad en un escenario real tiene efectos positivos". Los investigadores analizarán ahora cómo esta estrategia podría ayudar a las personas que han sufrido un trauma, por ejemplo las víctimas de un rapto o de la violencia doméstica.





Elena Sanz

Cuanto más tiempo pasamos sentados, mayor es el riesgo de mortalidad. Es la conclusión de un nuevo estudio de la Sociedad Americana de Cáncer, que asegura que este efecto es independiente del tiempo que pasamos haciendo ejercicio. Las conclusiones se publicaron en la revista American Journal of Epidemiology.

Aunque diversos estudios ligan la obesidad, la diabetes y los problemas cardiovasculares a la falta de ejercicio, pocos estudios han examinado la relación entre el tiempo que pasados sentados y la tasa de mortalidad. Para analizarlo, un equipo de científicos ha estudiado a más de 120.000 sujetos durante 14 años. Y ha encontrado que las mujeres que pasan más de seis horas sentadas al día ven aumentado en un 37% su riesgo de mortalidad frente a aquellas que sólo permanecen sentadas tres horas diarias. En el caso de los hombres, seis horas de vida sedentaria suponen un aumento del 18% del riesgo de fallecer, sobre todo debido a enfermedades cardiovasculares. Además, el estudio revela que cuando el exceso de tiempo dedicado a estar sentados se une a la ausencia de actividad física, el riesgo de mortalidad prácticamente se triplica en ambos sexos.


"Varios factores pueden explicar la asociación entre la vida sedentaria y las altas tasas de mortalidad", aseguraAlpa Patel, coordinadora del estudio. Según la experta, pasar mucho tiempo sentados tienen consecuencias metabólicas, y afecta "a los triglicéridos, el colesterol, la glucosa, la presión arterial y la leptina, que son biomarcadores de obesidad, de problemas cardiovasculares y de otras enfermedades crónicas".



Por Elizabeth Landau
Miércoles, 19 de junio de 2013 a las 10:23

FILADELFIA (CNN) — La doctora en neurociencia Martha Farah, de 57 años, se interesó en la relación entre el cerebro y la clase social cuando empezó a contratar niñeras. Entre las mujeres que cuidaban a su hija (que ahora tiene 17 años) había madres solteras de estatus socioeconómico bajo, que vivían de la asistencia social y ganaban dinero extra como niñeras.

Con el tiempo, Farah observó que la vida de las niñeras y de sus hijos era diferente a la suya. “De hecho me obsesioné bastante con la clase social, esta importante dimensión de la variación en la raza humana”, dijo Farah.

La científica ha estudiado diversos campos como la visión, los fármacos para mejorar el cerebro y el desarrollo cognitivo. En 1990 publicó el libro Agnosia Visual, un análisis exhaustivo de cómo la neurociencia cognitiva puede estudiar los trastornos de reconocimiento visual.

En su aproximación al tema de clases sociales observó, como confirman algunos estudios sociológicos, que la crianza de los hijos y las experiencias tempranas de los niños eran muy diferentes según la clase social.

Lee: El amor es la clave del desarrollo cerebral.

Las investigaciones han demostrado que los niños pobres no están tan expuestos al idioma como sus similares más ricos y tienden a recibir más retroalimentación negativa. Lo que escuchan no es tan complejo gramaticalmente y el rango de vocabulario es menor. Hay un menor entendimiento de la forma en la que se desarrollan los niños y lo que necesitan para el desarrollo cognitivo, dijo Farah.

El estrés es otro factor importante en esas disparidades.

Los padres de estatus socioeconómico bajo no tienen la certeza de que podrán satisfacer sus necesidades básicas, viven en vecindarios peligrosos, hacinados y con otros factores que causan estrés en ellos mismos y en sus niños.

Los padres estresados tienen menos paciencia y son menos cariñosos, lo que tensa a sus hijos, de acuerdo con Farah.

Farah observó grandes diferencias. “Estamos tan segregados por clase, que ni siquiera nos damos cuenta de ello porque no sabemos cómo es la vida a tres kilómetros al norte de aquí”, dijo.

La importancia de la paternidad

Farah y sus colegas efectuaron investigaciones cuyos resultados indicaron que una niñez con altos niveles de estrés —que incluye una paternidad menos cálida— tiene una correlación con los cambios en la regulación y la fisiología del estrés.

En un estudio publicado en marzo en la revista PLOS One, se estudió a adolescentes negros estadounidenses que provenían de hogares de bajo estatus socioeconómico. Cuando tenían cuatro años, los científicos evaluaron cuán responsivos (proveedores de calidez y apoyo) eran sus padres. Luego, entre 11 y 14 años después, se aplicó a los mismos participantes una prueba de estrés: dar un discurso ante un público hostil.

Los voluntarios dieron muestras de saliva para que los investigadores la analizaran en busca de cortisona, la hormona del estrés. Los investigadores descubrieron que entre menos receptivos eran los padres, menos normal era la respuesta de los voluntarios al estrés.

“Podrías decir: 'Bueno, claro que la vida es más estresante en un estrato socioeconómico más bajo' (...) Sin embargo, la magnitud del estrés en el que viven es simplemente increíble”, dijo Farah.

Esta clase de investigaciones refuerza la idea de que el estrés atrofia el desarrollo cerebral de los niños que provienen de medios socioeconómicos bajos. La pregunta es si esa atrofia puede revertirse.

En estudios con animales, las experiencias enriquecedoras posteriores pueden compensar, al menos parcialmente, los efectos que el estrés en etapas tempranas de la vida tuvo sobre el hipocampo (una estructura en forma de caballito de mar que es vital para la memoria y la respuesta al estrés) y otras partes del cerebro. No es que se reviertan los efectos iniciales del estrés, sino que aparentemente se habilitan diferentes sendas neurales para compensar.

“Si te interesan las políticas públicas para los niños, nunca debes decir: ‘Vaya, este está dañado, ya no podemos hacer nada’”, dijo Farah, quien actualmente es directora fundadora del Centro para la Neurociencia y la Sociedad de la Universidad de Pennsylvania.

Farah agrega que los padres de clase media tampoco son perfectos. Su costumbre de observar ansiosamente cada avance en el desarrollo de los niños y cubrirlos de halagos no es productiva.

“También estoy dispuesta a hacer un juicio de valor: golpear a los niños, decirles muchas cosas negativas y no hablar mucho con ellos es malo”. Farah golpea la mesa: “Hay que decirlo”.

¿Estimulación intelectual o amor?

Los investigadores también estudian el efecto de la estimulación intelectual temprana en el desarrollo cerebral de los niños. Para este estudio, dieron seguimiento desde el nacimiento hasta la adolescencia a 53 niños de estatus socioeconómico bajo. (Es una muestra relativamente pequeña, pero es típica para los estudios de imaginología del cerebro).

Se evaluó a los participantes en dos escalas: la estimulación ambiental y la crianza. La estimulación se refiere a aspectos como "el niño tiene juguetes con los que aprende los colores” a los cuatro años y “el niño tiene acceso a por lo menos 10 libros adecuados” a los ocho años. La crianza es “el padre está físicamente del niño durante 10 o 15 minutos al día” a los cuatro años y “los padres le ponen límites y generalmente hacen que se respeten” a los ocho años, explicó Brian Avants, profesor asistente de Radiología y compañero de Farah.

Los investigadores analizaron si la estimulación ambiental inicial y las medidas de crianza de los padres podían predecir el grosor de la corteza cerebral en la adultez temprana. El mayor espesor de la corteza en la niñez se relaciona con malos resultados como autismo, explicó Avants. En la adolescencia, un grosor de la corteza relativamente reducido se relaciona con un coeficiente intelectual (CI) más elevado.

Según los resultados de este estudio que todavía no se publica, la estimulación ambiental a los cuatro años de edad predice el grosor que tendrá la corteza cerebral en los últimos años de la adolescencia, pero no se relaciona con la crianza.

Un mejor futuro, un mejor cerebro

Aunque Farah y sus colegas están entusiasmados por el trabajo que están haciendo, cuando empezó este trabajo, alrededor del año 2000, se enfrentó a gran escepticismo acerca del estudio de los efectos de la pobreza en el cerebro, dijo, como si en su investigación se equiparara a la pobreza con una enfermedad cerebral.

“Una de las cosas más importantes que Martha está haciendo al presionar con esto es mantener la consciencia de los efectos a largo plazo de la pobreza”, dijo Avants.

Mientras tanto, la investigación sigue desarrollándose, aunque no muchos científicos trabajan en los problemas del cerebro y la clase social. A gran escala, hay relativamente pocos estudios acerca del cerebro y la cognición con muestras de voluntarios que provengan de ambientes socioeconómicos de nivel bajo.

“La mayor parte de la neurociencia se hace con estudiantes universitarios de segundo año, en universidades que tienen suficiente dinero como para tener un centro de imaginología”, dijo Farah. “(Solamente) estamos analizando a una pequeña porción de la humanidad”.



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Autor: Juan Antonio Arcos Sánchez. Con tecnología de Blogger.

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